Se estremece en un suspiro
la oda en versos,
esperando tu regreso.
No quieres mirar atrás,
así es mejor,
que no sea un capricho
sino una decisión.
La penumbra está agotada,
está vencida,
porque juntos somos día,
somos coraje
en la lucha de la vida.
Los vellos de mis brazos
que se erizan,
tu contacto,
tu alegría,
el alimento de mi alma…
tu poesía.