La libertad en las alas

La libertad en las alas

Tarde compartida

Tarde compartida

El otoño se lleva las hojas
y caen,
caen heroicamente
tambaleándose sobre el aire
en su último vuelo.

Las tardes se tornan frías
pero tengo el calor de tu compañía,
tus labios están cerrados
y yo los miro con deseo,
pero son tus ojos
el culmino de mi fantasía
al sentirlos,
cuando me miran.

Tirita el viento sobre tus mejillas,
son una caricia viajera,
donde sientes
a la creación entera,
frente a ti,
frente a nosotros,
que esperamos el ocaso,
juntos,
abrazados,
sumergidos en la intriga
de esta emoción tan sentida.

Bienamada compañera,
de las tardes serenas,
donde el sol se despide
con su canción refulgente,
como muriendo,
esperando renacer,
con la mañana ignota
que nos depara compartir,
la vida misma,
la tierra tibia
bajo los pies.

Tu cabello libre,
sin ataduras ni tropiezos
perfumado por tu ser,
donde calmas mis delirios
y le das a mi alma de comer.

Tu pequeña mano,
tan gigante
y poderosa a la vez,
esa que supo
entregar tantos consuelos
y bondades,
esa que corta la fruta de los árboles,
que amasa el pan y sirve el vino,
y me levanta por sobre las dudas
cuando me rindo.

Bienamada,
la noche llega,
el frio besa,
la cena espera,
soy muy feliz,

tu amor me entregas.

De Sol Elk

En la poesía del amor

En la poesía del amor

Tú que eres de la realeza,
porque reinas altiva
en mi interior,
y también eres la dueña
de mi loca ansiosa ficción.

Tú que con tu belleza
marchitas mis sueños,
de ser feliz,
si no te tengo,
entre estos brazos
que son sinceros.

Tú que marcas las promesas
de cielos y paraísos carnales
encerrándome en un sentimiento
que crece en sus vendavales.

Tú que vives entre otoños
y primaveras
y haces torturar mi alma
cada vez que te siento
como aquella vez primera.

Tú que eres el consuelo
para mi grandes pasiones,
para esta herida dorada
que sangra en los renglones.

Tú que eres la musa
de todas mis ilusiones
y la codicia eterna,
de mis labios pecadores.

Tú que sabes cómo hechizarme,
tú que sabes cómo repararme,
tú que sabes cómo tocarme
sin tocarme,
tú eres la fantasía
que siempre logra desgarrarme.

Tú eres
esa mujer,
la que brota de mi piel,
la que sabe nutrirme con su miel,
la que me arrebata en la conquista,
la dictadora,
de este corazón anarquista.

Tú que sabes cómo domar al cincel,
tú que entiendes la parte frágil de mi ser,
tú que guardas mis tesoros del ayer,
y que velas por estas letras
y su clamor,
a ti te digo gracias,
por refugiarme…

en la poesía del amor.

De Sol Elk

Conjunción

Conjunción

Belleza desmedida
vestida en seda
bordada en rosa,
recostada en sábanas vírgenes
de satén y algodón.

Tu cabeza descansa
sobre almohadas
de sueños inocentes
y pasiones reveladas.

Acércate,
me dices,
y me tomas,
con tus manos
encremadas.

Tus caricias
por mi pecho
en fragancias,
tu tacto,
tus labios,
una viril emoción,
nuestros cuerpos…

conjunción.

De Sol Elk

Renacen las mañanas

Renacen las mañanas

El silencio no tiene rostro,
alguna vez mi vida
heredó la soledad,
pero un racimo de tu fuego
avivo mis cenizas
y me alimento
como un recién nacido.

Ya no sucumbían las flores
por promesas falsas
y supe caminar descalzo
sobre lo pedregoso
de esta vida llena de incógnitas
y nostalgias.

Supe ser fiel a mi valentía
pues tu corazón de verano
disipaba el invierno de mi dolor.

Ahora la marea no borrará
mi huellas sobre la arena,
y aquel ruiseñor forastero
se quedará para siempre
compartiendo su cantar en mi vuelo.

Supiste como entrar en mi fortaleza,
en mi guarida,
donde reinaba la penumbra,
ahora soy un hoguera
y me envuelvo como enredadera
en tu alma perpetua.

Los crepúsculos son nuestros
como lo es el deseo,
tus ojos no me son ausentes
y tus labios
ya son parte de mi frenesí,
pues tengo un retazo del sol
entre mis manos
y los designios de las penas han callado.

Hoy la vida tiene otro color,
las mañanas renacen
con un delicioso sabor,
abriste los caminos
entre las hierbas del pavor
y por ti,
mi corazón galopa brioso

por los campos de tu amor.

De Sol Elk

Rebeldes sentimientos

Rebeldes sentimientos

Tus hermosos ojos negros
me miran profundo,
guardan un confidente sentimiento,
algo tan especial,
que nos invita de la mano a viajar.

Tu ser es mi fantasía,
tu boca sabe de delicias,
estuvimos juntos en el delirio,
del amor y sus suplicios.

Los contornos de tus formas,
deshojan fabulas hermosas,
¿dónde termina el cielo
y empieza el paraíso de tu cuerpo?

Esos ojos negros
me enamoran,
y el fuego me quema ansioso
cuando tus labios me abordan.

Trasnochamos,
bajo la luna y su luz
me tienes embrujado
y cargo con alegría esa cruz.

Tu indómita marea
de intenso revuelo
hace naufragar mi cuerpo
con mis alas abiertas
en la lujuria de tu vuelo.

Tentación sublime
donde no existe el pecado,
solo amar lo soñado
con el corazón entusiasmado.

Tu y yo,
tan solos y juntos,
tan enfermos de esta fiebre
que nos envuelve…

en los sentimientos más rebeldes. 

De Sol Elk