La libertad en las alas

La libertad en las alas

Así tan pura

Así tan pura

Ya no tendré más sueños rotos,
ni ilusiones que migren en invierno,
porque vibras en mi piel
y resurjo en cada primavera.

Contigo me hierve el corazón
cuando una caricia busca
descansar en tu cuerpo,
en tu perfume,
en tu ignoto rosado refugio
donde le das la bienvenida a mi carne.

Ya no sufriré desencantos
pues tengo la letra precisa,
por donde germinan las palabras,
con su savia quemante
y sus pasiones hilarantes.

Yo tengo en mis manos
todas tus intimidades
y tú en tus manos,
a todas mis necesidades.

Ahora puedo vivir en tu pradera
donde la libertad de amar es la única ley,
donde no son rompecabezas las mentiras,
donde con cariño se subsanan las heridas,
allí,
en ti,
donde los besos son las llaves
de todo lo que late vivo en mi sangre.

Es verdad,
así lo siento,
ya no tendré más sueños rotos
porque llegaste inmaculada a mi vida,
porque me enseñaste
que no arriesgarse, es cobardía,
porque sin tabúes me aceptaste
y porque sin que te inquiete ninguna duda;
así tan pura,

me amaste.

De Sol Elk

Cuando descubro lo soñado

Cuando descubro lo soñado

Cuando te acuestas a mi lado
logras que en mi pecho un latido
cubierto de sentires
vuelva a sonreír.

Cuando tu vientre asoma
como naciendo de la sábana,
haces que un muro gigante
de cristal y ensueño
se desmorone con su brillo sobre mi.

El tono de tu voz,
me parece un timbre celestial
que se asemeja al dulzor de la miel
y sabe como despertar,
a todos y a cada uno
de los poros de mi piel.

Tus hermosos ojos de lumbre
me llevan de viaje
por paisajes soñados
de perpetuas cumbres,
donde las sombras son flores
y mis ilusiones son llevadas por las nubes.

Cuando te acuestas a mi lado
y me besas,
ascienden mis labios al calor de tu rayos
donde plenamente me enciendes,
alejando al cansancio.

Cuando tus caderas amanecen
desde el horizonte de la cama,
la libertad de mi locura
se nutre sentenciada.

No puedo contener a mis manos
que te saben con suavidad dibujar,
porque con todos mis dedos rebeldes
te querré con caricias buscar.

Quedarán escritas en tu cuerpo
las historias de tantas noches,
la plenitud de tantas pasiones,
la tibieza de la poesía
y la victoria de la conquista.

Quedará mi alma satisfecha
sin que me importe
la vida de afuera y sus reglas,
quedará una canción de amor
repitiendo su estribillo y su coro,
quedaremos desnudos y abrazados
sin que nos reine el decoro.

Cuando te acuestas
y a mi lado te entregas,

cuando me besas,
y con tu cariño te expresas,

cuando me miras
y yo te siento mía,

cuando me hablas
y de tu día me charlas,

cuando te abrazo
descubro que tengo lo soñado,

cuando te siento
y te abrazo,

descubro que estoy enamorado.

De Sol Elk

Letra de un instante sereno

Letra de un instante sereno

Ya no somos inocentes,
hemos cruzado la barrera de la verdad,
hemos visto horizontes negros
y la verdadera cara de la soledad.

Hemos escrito historias
con páginas felices
y unas cuantas,
carentes de glorias.

Pisamos las fronteras
de tantas torpezas
cuando nos penetraba la tristeza
y ante la vida agachamos la cabeza.

La parsimonia de tantas caricias
muchas veces soslayaron
al colchón celestial
donde pernotaban nuestros sueños,
esperando que todo sentir fuera especial.

El destino dictaminaba fervores
en su función estelar,
mientras nosotros de la mano,
cruzábamos los charcos de bocas
enseñando que con amor se puede volar.

Ya no somos inocentes
y nos resulta imprescindible
dejar que hable el alma
cuando estamos solos,
en la noche eterna de pasión indefinible.

Hemos cruzado la barrera de la verdad
pisando fuerte ante tanta adversidad,
sabiendo bien,
que muchas veces,
las utopías
son invenciones,
de literatos
y de esmeradas,
filosofías.

Hemos visto horizontes negros
pero con la convicción de un futuro sereno,
porque a pesar de todo
nos construimos un mundo
que irradia luz, que irradia proyectos
que irradia todo eso que no hace completos.

Y la verdadera cara de la soledad
nos conoce en demasía
tiene nuestras identidades
y nuestras fantasías,
sabe que lloramos,
sabe que con optimismo esperamos,
sabe que alguna vez fuimos lastimados
pero también sabe,
que juntos,

ante todo luchamos.

De Sol Elk

La premura ausencia de mi dama (Cuando te extraño)

La premura ausencia de mi dama (Cuando te extraño)

En donde estas mi dama?
que mis furiosas ansias
se encuentran tan solas?
y mi cuerpo se aferra
a bravos desvaríos.

En donde estas mi dama?
que las incertidumbres literarias
me dejan como un caballero
de herrumbrada armadura
y corazón perforado?

Por dónde estás mi dama?
cuando la nostalgia
me resulta indefinible
y tan certera la soledad?

En que salvaje ciudad
estarás mi dama?
que no me llega tu aroma
y tus recuerdos
me arañan furibundos?

Vendrás esta noche mi dama?
pues de otra manera
no podré dormir
sin la paz del silencio
que me dejan tus oraciones.

Adonde estas mi dama!?
que mi piel se siente ofendida
sin tus caricias
y mis labios sin tus besos,
simplemente se oxidan.

En donde mi dama?
que me cimbran las tristezas
de tu ausencia
y mis penas son el manantial
de las estrofas sanguinarias.

Yo vivo para amarte,
para cuidarte,
para que todo alrededor
te haga feliz,
pues esa es mi lucha
y mi razón para existir...

Mi dama donde andas?
que tus ojos desaparecen
enlutando todo mi amor,
en un azul de noche
desvencijando a mi corazón.

Las estrellas están recostadas
y mi dama que aún no llega,
yo tengo las palabras huecas
y el miedo con su frío que me acaba.

Mi dama, sin ti,
la vida me impone sus lúgubres barrotes,
sus océanos que borran huellas
de la arena,
sus poesías crepusculares,
y sus surcos vacios de semillas.

En donde estas mi dama?
que sigo extrañándote
como si no hubiera mañana,
como si jamás estuviera completo,
como si mis parpados,
no conciliaran nunca más el sueño.

Hace unos minutos que te fuiste
pero todas mis flores ya tienen espinas,
y mi pecho se debilita
porque cada vez que te vas,
me quedo inmóvil
esperando que regreses
y me despiertes de mi muerte inadvertida
que no tiene primaveras
si me faltas;

porque mi alma enamorada,
se siente abandonada
si no encuentra la joya perfecta
y más amada
esa que eres tú…

mi enarbolada dama.

De Sol Elk