La libertad en las alas

La libertad en las alas

Cuatro paredes y una historia


Cuatro paredes y una historia

Hoy los ojos de la noche
brillan más que nunca.

El viento no se presenta
ni con un suspiro,

las cortinas están estáticas
perfectas, rectas,
adornando
los confines de la ventana.

Esta fresco
la sábana no basta,

pero te tengo
y ese calor alcanza.

Las oraciones acabaron,
la calma,
no convida incertidumbre,
pero los pensamientos
están inquietos
y desvelan al galopar
de los minutos inconscientes,
esperando cortar la paz
con palabras que necesitan decirse,

o quizás es algún pedido
que quiere ser susurrado al oído.

Respiras despacito,
y yo
que intento no hacerlo,

sé que viene una avalancha.

Estás de costado,
sé que me miras,
puedo imaginar tus ojos,
yo miro al techo
con mis pensamientos perdidos,

en lo que hicimos,
en lo que acaba de pasar.

El rico aroma a crema de tus manos
se acerca al semblante de mi cara,
y al fin tus dedos
acarician mi pómulo derecho
y dibujan una curva
hacia mis labios.

El viento despertó,
ahora reaccioné,
ahora siento al reloj de pared
en su cabalgata de segundos,

y te detienes,

dudas,

pero tu dedo encontró mi boca.

Dejo de respirar de nuevo
y se quiebran las sombras del sigilo
al sentir tu sedosa boca,
y el ruido de ese afable beso
que rompe la quietud
de este ensueño dorado
coronando  la noche,

entrecortando,

el calor de tu respirar
cuando dices

que me amas.


Al otro lado de la ciudad

Al otro lado de la ciudad

Inhóspitos alientos con sus pasos
labran veredas y avenidas,
son transeúntes en el tiempo con sus vidas.

Las libres melodías de tantas voces
matan a todo silencio,
con una tarde de septiembre hermosa,
que ve palpitar a la ciudad como mosca.

Oh Amor…!
que me llevas inconsciente
por los caminos de su cuerpo,
cada recuerdo de ella es un beso
marcado en mí,
como una herida hasta el hueso.

La experiencia es la facultad de aprender,
y nunca una caricia es igual,
así lo aprendes, cuando tocas a una mujer.

Los edificios firmes como soldados;
mirar al cielo me hace sentir por momentos alado,
pronto llegaré a esa puerta marrón
que esconde detrás la felicidad,
porque ella me espera con la piel en libertad,
allí…

del otro lado.


De Sol Elk

Mi tormento

Mi tormento

Tus labios y el “viento”;
el acero se funde!
si me das un beso.

Te escribo una nota:

contigo a mi lado,
jamás tendré las alas rotas.

Ya no le temo al silencio,
sino que lo disfruto,
porque cuando me encuentro solo,
pienso en ti…

y me pierdo en tus ojos.

Las letras tienen su festín en mi mente,
y este profundo deseo de llegar pronto a casa,
para sentir como entre mis brazos y mi pecho,
lates hermosa,
así tan expectante,
como el primer día!
de un primavera rebosante.

Amor inquieto que no me dejas en paz
despiertas en mi piel lo sagaz;

hoy leí a Don Neruda
y no hay rastros de dudas,

amor…
¡eres inquieto!
tanto!
que a ella la conviertes…

en mi tormento.

Un solo sentido

Un solo sentido

La mañana yace envuelta en las sabanas
y las almohadas están marcadas,

algo hermoso acaba de pasar.

Se siente un vestigio tenue de calor
y los rayos de un nuevo sol
juegan con las formas del aliento,

de un cigarrillo que agoniza,

pero tú estás tan bella…

Todo mi corazón aún se derrama entre tus piernas;

canción azul, delirio de amar,
cometas de besos me marcaron el pecho.

Manos testigos y cómplices de todo
esperan las caricias del amor;

tu perfume nace íntimo,
ahora todos los vaticinios están satisfechos.

Primavera, te ves cansada y todavía no llegas,
las siluetas de los parpados están somnolientas,

calla mi alma salvaje!

sé que la necesitas,
y el camino tiene un solo sentido,

camina conmigo…

quiero tenerte en mi vida.



De Sol Elk