Caminemos

Caminemos

Domingo frío y gris a la siesta
otra vez entre tanta gente me sentía solo,
los mosquitos con caras humanas estaban de fiesta,
el precio del vivir esta en el sentir.

Ojos ebrios sin bondad,
transeúntes opacos
contaminan la ciudad,
rechina el otoño con hojas secas
que son las alfombras, de las veredas.

Me fue muy difícil hallarte de nuevo
y ahora tengo un cielo azul y despejado,
gracias a la franqueza de tu sonrisa;
las venas se me erizan
y mi tonto corazón una vez más emerge
porque encontró la satisfacción de verte.

Tus ojos devorantes
hacen que mi alma cante,
ya no hay clementes sonidos
quiero abrazarte, amarte
y construir un sólido nido.

Jamás se quitará de mí el aroma de tu rosa,
un apasionado beso tuyo
por siempre me sofoca,
pero quiero más, mucho más,
no podría ser feliz si tú no estás.

Caminemos este bosque de piedra
con la manos unidas y pisemos la hierba,
dejemos que la resaca de la soledad se vaya,
avivemos el fuego del amor con la piel en llamas.

Palabras, encuentros y palabras,
poesía y algarabía
caminos apretados y osadía
amor…
tan solo tú amor,
ya no me faltas,
no permitas que jamás
la nostalgia nos enrede en sus barbas.

Cultivemos la raíz
y los frutos nos darán lo demás,
no permitas que los recuerdos
te hagan mirar atrás,
el hoy será nuestro futuro
y si estamos juntos
al final la primavera…

nos encontrará maduros.

De Sol Elk