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El corazón y el deseo
Cómo se estrujaba mi alma,
cuando tu respiración
se tornaba agitada.
El amor siempre tiene sus lágrimas,
pero la pasión
se identifica con la piel en las sábanas.
Amé esas noches
donde te amé sin reproches,
solo fantasías
que se volvían tan mías.
Paseaba como un caballero nocturno
por tus bosques enredados,
donde el sabor de los frutos
permanecen siempre calientes y puros.
Jamás
la luna me impuso condiciones,
sólo restaba entregarse,
con el cuerpo,
con la savia,
de un fatídico beso.
Tus labios apretaban mi carne
con la fuerza de la desesperación,
allí me tenias desnudo,
desprotegido
con la muerte cerca
de mi agitada, respiración.
Probé tu lujuria
y bebí sin penurias,
solo embriagarme,
de tu belleza lasciva
inmortal,
hasta desangrarme.
Soñaba perpetuo
pero solo un momento,
desenfreno,
amor,
locura,
tu flor de cerezo,
mi briosa espada en lo intenso
el corazón y el deseo.
De Sol Elk
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