Encontré una estrella,
en la noche recién nacida
por encima de la catedral.
La plaza San Martín
estaba viva,
por tantas almas,
en su pasear.
Las mentes hambrientas de letras
hurgaban entre libros
apilados en letargo,
buscando revivir
con sus historias y filosofías
ganando así, al ser leídos,
su libertad.
Una pequeña pluma blanca
de un tortolito casi dormido,
sobre la rama añeja
de un Siempre Verde
que vaticina como su hogar;
cae entre mi pierna y el cigarrillo
para descansar en ese suelo
que esta tan gastado por el pisar.
Yo miro mi cuaderno,
y mi birome quiere viajar,
tal vez las palabras sean un refugio
donde mis pensamientos,
logren socavar.
Ya son la ocho de la noche
y el viento despierta
para danzar;
los niños juegan a los pies
de aquel prócer
inmortalizado en su cabalgar.
Y aunque las personas
se atiborran en sus compras
buscando una oferta, quizás;
mi corazón se pierde en esa estrella
que se parece tanto,
a tu mirar.
De Sol Elk
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos los visitantes pueden comentar.
Para comentar seleccionen la opción "ANONIMO" si es que no tienen cuenta. Dejen su nombre en el texto, si quieren. Todos los comentarios buenos o malos son bienvenidos.