Quédate allí

Quédate allí

Era azul oscuro el silencio,
estabas absorta en un pensamiento
cuando la luna se hacía dueña del cielo.

Pronto el mes de Junio nacerá de su capullo
y así ves que la vida nos pasa, pero el pasado,
es solo la historia de un hoy que ya no nos hace barullo.

Tu alegría derramada en el viento,
tú y la soledad,
encubiertas por un intacto sentimiento.

Las tormentas nunca olvidan
pero tú eres fresca, única
y las flores de amor, su perfume te convidan.

Arde la dulce fruta en tu mirada serena,
palpitan buscando libertad las caricias;
y tus penurias enterradas en la arena.

Ahora lo sabes, no hay belleza en las mentiras
te dejaste atrapar una vez, pero ya eres otra
y miras con ojos diferentes tu vida.

Eres tan fuerte que tendrás divididos a los mares,
tu alma es tan limpia, tan pulcra
que jamás dependerás de la suerte y los azares.

Radiante eres en las horas de la noche,
y eres rayo de sol en los días fingidos
no tengas jamás, por favor, el corazón confundido.

Crepitan las cortinas sobre tu piel desnuda,
tú sigues mirando el desconcierto por la ventana,
mi alma te mira de espaldas y muda.

No dejo de pensar que la existencia es un desorden
y tampoco puedo simular que no me importas
como para que tus heridas y tus pesares no me desborden.

Quédate allí, contemplando y pensando
yo siempre estaré detrás de ti,
aguardando y soñando.

Te cuidaré del fuego
y te adornaré con besos,
el caduco dolor se alejará,
mis manos siempre en las caídas te atraparán,
me esforzaré para que no asome su cara la desazón,
contigo sonreirá contento mi corazón,
me enamoré de ti,
no tengas miedo
y aunque te guste el silencio...

yo guardaré tus secretos.

De Sol Elk