La libertad en las alas

La libertad en las alas

Por sueños en color

Por sueños en color

Literatura de poesía,
que tu musa viva
en mi interior,
para que su fruto
madure de mi mano,
de mi exterior.

Quiero maravillarte
con versos,
sin opresión,
sólo sincero
este corazón.

Si acaso sientes
letras de locura,
de poesía,
de amor,
es para que no reine
el impetuoso dolor,
es para que
acompañes mis días
por veredas vacías,

por sueños en color.

De Sol Elk

Cuando pide el amor

Cuando pide el amor

Luceros y el alba
la carne enredada.

Las sábanas sobre el piso
y mi camisa abierta al paraíso.

La radio y romance
melodías de amor al alcance.

Tus besos por mi cuerpo
la pasión es tu verbo.

Locura y suspenso
tu piel y el deseo.

Entrepierna y secretos
la seducción es tu anzuelo.

No hay más suplicios, ni apuros
sólo la agitación de tu candor prematuro.

Mi ser te pide
donde tu hambre anide.

Me necesitas, te necesito
nuestra sed por amor estará escrito.

El calor de nuestras formas
me quema el alma,
mi sangre tiembla,
de fulgor te llenas,
tus ojos callan,
fusión completa…

ya no te vayas.

De Sol Elk

Porque muy pronto

Porque muy pronto

Nos quedamos mirándonos
profundamente a los ojos
como en un sereno trance de amor,
mientras la calidez del día
se escapa,
en una hermosa puesta de sol.

Las caricias se entregan
con manos muy suaves
en su más delicada expresión,
la sangre se junta
para sonrojar a tus mejillas
cuando digo,
que te amo.

Tenerte en mi vida
me dibuja una espontanea sonrisa
en el centro de mi ser,
donde cada latido regalado
es como una canción de cuna
que arropa a mi corazón con dulzura.

El destino nos ha encontrado
para enemistarnos con la soledad,
así no florecerán nostalgias
en nuestras almas descalzas
que transitan por la existencia
de las noches con sus días.

Y así nos quedamos abrazados
mirando por los cristales
de nuestra ventana al mundo
viendo nacer  una vez más a las estrellas
y esa luna que hicimos nuestra,
con tantas aventuras recorridas.

El tiempo, eterno soberano,
también nos ha demostrado
que sus segundos valen
y que pueden contarse
con las huellas,
de los besos en la piel.

Ahora puedo cerrar los ojos,
ahora puedo ser feliz
y soñar con un futuro
que en tu vientre tiene su matriz
pues tú me dices que me amas
más que a todo,
sin después
y
  que muy pronto…

seremos tres.

De Sol Elk

Donde no muere la pasión

Donde no muere la pasión

Ardido entre tu piel,
como en un sollozo,
explotabas presumida
en lo intenso,

de la ansiedad.

Ya no habrá medicinas
sólo la desnudez,

de la verdad.

Quedarme quieto,
era imposible
si me empujabas,
con la marea,
de tu excitada,

voracidad,

esa donde naufraga mi alma
hacia el centro,

de tu espiral.

Al final,
la pasión no se acaba
sino que desacelera,
para tomar vuelo,

una vez más,

y una lágrima dulce
de tu emoción,
cae mucho más pesada,

que una gota de sudor.

Llevaste a mi cuerpo al extremo
de la avidez pura,
del amar,

de un sentimiento inquieto
y delicioso
que sensualmente buscabas,

desencadenar….

De Sol Elk

Mi Alondra

Mi Alondra

Alondra de medianoche,
que socabas las sutilezas,
cuando te derramas por mi piel,
como una lágrima.

Estrepitosa marea
que llegaste hasta las costas
de mi vida.

Me guiaste siempre con tu canto
cada vez que me perdí,
entre bosques de pensamientos
y orillas lejanas.

Amor mío,
cuanto puede ser
el valor de una caricia,
cuando más la necesito.

Porque siempre estuviste allí,
cada vez que el dolor
me hacía en soledad enmudecer,
pero contigo,
lo que más profundamente aprendí,
es que no hace falta quitar la ropa…

para desnudar a una mujer.

De Sol Elk

Sálvame con tu amor

Sálvame con tu amor

Sálvame corazón alado
de pulso indomable,
de estas tinieblas que anidan
con dolores en mi alma.

Expulsa a la soledad al destierro
de arenas blancas
donde reina el olvido,
así jamás vuelve a mí,
porque no podrá encontrarme.

Vierte sobre mí ser
tu sangre enamorada
y purifica
esta piel ilusionada
con cumplir esas fantasías alocadas,
que por el deseo son creadas
y que son alimentadas…

porque existes en este mundo.

De Sol Elk

Amo saberte mía

Amo saberte mía

Cómo amo deshojarte de tu ropa
en el apuro,
de nuestro frenesí.

Y amo que te derritas
con cada contacto
de mi piel.

El calor se expande
por todos nuestros miembros
y mi sangre burbujea
en su punto exacto de ebullición.

Cómo amo dejar las luces encendidas
para admirar el hermoso camino
de mí recorrida,
por los páramos sensuales
de tu anatomía.

Cada caricia es un grito de mí ser,
al saberte mía
y así mi boca desespera
porque sólo quiere intoxicarse
con tu sabor
mi diosa del Olimpo inmaculado,
que haces urgir mi corazón
por danzar entre las fauces del amor.

Cómo amo morir con cada fibra
de mi carne pecadora,
una y otra vez
en la lujuria de tus espasmos
impregnados de tu voracidad liberada,
que me deja sin respiración,
aprisionándome,
salvajemente,
entre tus brazos,
entre tus piernas,

en la pasión….

De Sol Elk

Con el corazón en trance

Con el corazón en trance

Pasión y poesía,
las letras te acarician.

Hay témpanos enteros
que se derriten,
cuando la espera
por fin llega a acabar
y tu cuerpo,
libera su vendaval.

Las manos,
que bordaron mimos,
en tu piel,
nunca podrán estar satisfechas,
porque con cada contacto
buscan embriagarse de tu esencia.

A veces,
se acabará el tiempo,
pero siempre quedará el deseo,
que ferviente se alimenta,
por el fuego de tus besos.

Estarás de espaldas,
me acercare a abrazarte,
para sentirte,
así,
intrigada,
pues no sabrás
si es el comienzo
o el resto de la noche en calma.

Corrimos entre sombras
y ahora nos amamos sin nostalgias,
por esa luz hermosa de amor,
que nos contagia.

¿Adónde van las mañanas?
¿Cuándo nos esperamos con el alma?

Es el delirio de una batalla
no solo por el placer,
porque,
cuando se esfumen los secretos
solo quedará desnudez.

Yo vivo para adorarte
y tu juegas a condenarme,
porque sometido a tu embrujo…

me quedo con el corazón en trance.

De Sol Elk

Con el alma embravecida

Con el alma embravecida

Tu rostro se ruboriza de una forma sutil,
tus manos se acercan a las mías,
mis pupilas se dilatan,
y me reflejo en tus ojos,
que me matan.

La mirada se agudiza,
pues estas conmigo,
y de una manera salvaje,
te siento como mi presa
cubierta por el encaje.

Sentirte me provoca sensaciones,
que hacen leve al corazón,
porque reprime su ímpetu,
esperando un desenlace,
para de forma especial,
derramarse.

Tengo el alma embravecida,
pues te amo, joven gota de rocío
que le diste buen sabor a mi vida,
cuando la hipócrita maldad,
me atacaba,
lastimándome sin piedad.

Desde hoy tu piel
siempre será mi meta,
alucinar con hacerte mía,
alguna vez,
sería mi felicidad completa.

Quiero enjugar tus lágrimas,
caricia al viento,
donde podrá volar la poesía,
amarnos siempre será el principio
de la más osada fantasía.

Jamás terminará la noche,
porque somos dueños de la pasión,
de esta locura en tormenta
que de amor nos alimenta.

La serena madrugada
nos visitará, y por fin
nos encontrará abrazados,
así como en un sueño…

enamorados.

De Sol Elk

Eterno amor

Eterno amor

Ya no está la soberbia
de ningún alma en juego.

Están esos corazones,
que laten,
con impaciencia natural,
con la frescura,
de una imperativa necesidad.

 Es ese sentir,
que los une,
y los vuelve únicos.

Se han encontrado
en esta vida,
ya eso es mucho que decir.

No hay melancolía barata
ni filosofía acertada,
cuando hablamos del amor.

Quizás este, sea el mejor momento,
para que actúe la intuición.

Explota el alma
y algo murmulla,
en su emoción.

Parece que hoy,
será el primer día…

de un eterno amor. 

De Sol Elk

El fulgor,

El fulgor,

de una inocencia
que ya no es tal…

Que no culmine la noche,
tengo mucho por amarte…

El frenesí dejará sus secuelas…

La necesidad desvanecerá lejanías…

La soledad,
no se convertirá en habitual…

Aquí no hay más estrépitos,
es casi el silencio…

Sólo el latir,

de mi corazón enamorado…

De Sol Elk

Ella, la lucha y el amor

Ella, la lucha y el amor

A ella le da felicidad
la alegría de los demás,
y mira al mundo
con ojos de esperanza
sosteniendo una firmeza
que sobrepasa su templanza.
Sus manos hacendosas
pueden hacer,
cualquier actividad laboriosa,
pero también pueden
regalar las más cálidas caricias
llevando a la ternura
a su faceta más gloriosa.
Ella es el pilar que sostiene al hogar
y cura a las heridas
cuando tardan en sanar.
Educa con paciencia
e inquebrantable voluntad
enseñando a ver a la vida
con optimismo y amistad.
Ella es la luz
sobre la penumbra de la duda,
y cruzará océanos, montañas y desiertos
cuando precises de su ayuda.
Ella es la dura madera
del árbol que no podrán derribar
es el centro de la familia,
la que ante las tormentas,
mantiene su más franca sonrisa.
Ella es sinónimo de lucha y sacrificio
porque hace de su amor por los demás
el más generoso de sus oficios.
Ella hace que en el mundo
exista la bondad
porque ella es única,

ella es mamá.

De Sol Elk

El regalo de tu amor

El regalo de tu amor

La lluvia no cesa,
sino que su canto
se hace más y más fuerte
con su infinito coro celestial
de millones de voces,
en líquido cristal.

Quiero sentirme vivo,
navegar en las olas de tu cuerpo
dejar que me invada,
tu esencia de mujer,
que cala en mi alma celosa
pero que te revela
como la oda más hermosa.

Tus notas musicales
están erguidas,
canción perfecta
de contornos sensuales,
siempre me desequilibras la razón
cuando naufrago en tu interior.

Tu cuerpo tiembla
y con mi cuerpo,
que suspira enardecido,
el círculo se cierra,
con el final de un aullido.

La tormenta atrapa a la noche,
y la pasión
nos deja varados
a la medianoche,
¡pero me siento vivo!
porque mi corazón
siente muy hondo tu clamor
y sencillamente,

ese es el regalo de tu amor.

De Sol Elk

Aquella noche…

Aquella noche…

Cuando la piel siente el pánico
que desata la ansiedad,
es porque busca saborear
a tu plenitud como mujer.

Rosa de medianoche
que floreces mis mañanas,
la delicadeza
de un secreto gemido
ilumina ese momento mágico
donde se expresa el éxtasis
destellando,
como un sol de pasión furtiva
encendida,
por las profundas caricias.

La sangre carmesí
ardiendo al rojo vivo,
y tu boca es la culpable
de declararle la guerra
a todos los sentidos de mi carne.

Y así me envuelves en un oasis
en medio de un huracán de amor,
cuando tus labios terminan de esgrimir
mi fatídico placentero final,
con el beso más hambriento,

que he tenido el placer de alimentar. 

De Sol Elk

Deliciosa condena

Deliciosa condena

Celos escondidos,
en frases sin decir,
suena el reloj
marcando la hora,

del hasta luego.

No quiero dejarte ir
indómita fragancia
que me conquistas,
y me haces que tiemble
con templanza,
  
como si no te extrañara.

Y así  me dejo flotando
en la marea de mis deseos,
hechicera,
de embrujos endemoniados,
pero dulcemente angelicales,

a la vez.

Con tu voz retumbando
en mis pensamientos,
diciéndome que eres mía,
corro la cortina,
para mirar la noche
buscando que una estrella,
se inspire;
suspire,

por ti.

Pero la verdad es una sola;
es mucho lo que te extraño
esta noche me haces falta,
¡en mi vida me haces falta!
pues voy a llorarte
corazón que escapas
de mi sangre,

acostumbrada a tu sentir.

¡Sí!  acostumbrada,
a ti, mi musa de mil mareas
y de un millón más,
en sagrados besos
desatando sus tormentas;

amor soberano,
que gobiernas sobre mi piel

y me condenas…

De Sol Elk

Amor soberano en flor

Amor soberano en flor

Flor renacida
en los campos de la esperanza,
tus pétalos se abren al sol
y te entregas por completo a su calor.

Siempre supiste el secreto de mis ansias
y el perfume de tu néctar
me cautivaba sin rodeos,
para embrujarme con su sensual fragancia.

Juntos plantamos versos y regamos sueños,
esperando nuestra primavera anhelada,
aquella que nos hace libres
para arrojarnos a la tempestad
del cuerpo irritado por el deseo,
donde cada pálpito
es un jadeo de tu alma al viento.

Se estrechan nuestras raíces agarrándose fuerte,
hasta volverse una sola,
una perfecta,
hambrienta,
expectante,
por convertirse en lluvia
para dejar que esta corriente fluya,
enardeciendo la piel
y que los labios sean la miel
del delirio provocado
por las fantasías
que nacieron como pensamientos
pero que por tu amor soberano
se volvieron sentimientos.

Mi refugio

Mi refugio

Mi piel quiere encarnar
en la electricidad
que produce tu cercanía.

Sentir la pasión
en una ráfaga de ternura,
en cada fibra que transpira,
y lo produce tu calor.

Me enredo en el manantial
de tus piernas,
ardidas,
por las caricias del juego previo.

Las manos que descubren misterios
sin importar que los gemidos
rompan el silencio,
en la oscuridad de estas paredes.

Siento hambre
y me devoro tu boca
alimentándome el deseo.

Ahora mi ímpetu delirante
es intruso en tu valle de amor,
allí,
donde más me quema tu cuerpo,
y donde mi alma se entrega desnuda
encontrando lo más perfecto del mundo,
en donde más me siento seguro,
en tu ser…

en mi refugio.

Como sólo tú lo eres

Como sólo tú lo eres

Transcurrieron muchos años
y juntos corrimos de la mano,
cuando la lluvia nos atrapaba
por esas calles
que a veces parecían infinitas.

Jamás nos detuvimos,
aún si las gotas nos golpeaban en la cara
o si al pisar estaba resbaladizo,
pero tomados de la mano
nunca nos caímos.

Siempre sembramos con optimismo,
esperando en positivo
y así vimos nacer
a nuestras tres hermosas flores.

Entre los dos levantamos muros
para frenar al viento
y refugiarnos de sus ecos,
año a año cultivamos sabiduría
y esperanza
juntos, siempre juntos,
soportando embates hombro a hombro,
abrigándonos cuando se puso frío.

Y hoy, después de tantos otoños y primaveras
en nuestro hogar nos anochecen las estrellas
y el amor es parte infaltable y constante entre los dos,
porque tú me seguiste amando
aún cuando viste lo peor de mí
y yo me sigo enamorando al verte crecer fuerte y hermosa
con cada mañana,
con cada mirada,
con cada enseñanza, que me dejas.

Siempre estuviste firme conmigo
impartiendo felicidad a la familia
equitativa y justa,
sincera y altiva,  
así como sólo tú lo eres

esposa mía.

Tan dulce sentencia

Tan dulce sentencia

Ese lunar
que adorna el lecho de tu boca,
rompe mi realidad
con fantasías atrevidas y alocadas
que no me dejan en paz.

Tus ojos negros treintañeros
que han soñado tanto
desnudan miradas lascivas
con cada pestañeo.

Tu pelo alborotado por la inercia
de cada movimiento,
estruja a mi piel,
para sacarle cada hálito de deseo.

Contigo los momentos no son fugaces,
sino que corren en secuencia
haciendo hervir mi sangre,
que acepta adicta, tan dulce sentencia.

Cuantas veces divagué
por tu perfume natural
ese que empapa mi cuerpo
para hacerlo transpirar.

Y tus manos,
tus manos son el infierno
que siempre me provocan pecar
porque me queman
estos sentimientos furiosos
que me ahogan en tu mar.

La esquina

La esquina

Y me quedé mirando distraído su espalda
cuando daba vuelta a la esquina,
mientras mis pensamientos y emociones
oscilaban en una combinación extraña de sentimientos.  
Creí que las despedidas
serían cada vez más soportables
pero que equivocado estaba.
Aún su perfume endulzaba el aire,
mientras recordaba lo que hace una hora acababa de pasar.
¡Tranquilo! corazón impaciente, me dije,
las horas no serán eternas, en ansiosa espera, nunca más,
porque volverás a sentirla,
cerca, tibia, suave, perfecta, así como es ella.
Pero seguía allí hipnotizado por el frío de la noche
y la soledad profana que aún me acecha.
Ni siquiera mire el reloj pero conté los minutos,
todavía podía sentir el gusto de esos labios en despedida.
Fue por un impulso que me moví,
un auto suena corriendo por el pavimento, que no se queja
y así mi cuerpo fue empujado por el magnetismo de su llamado.
Cuando me di cuenta,
doble la esquina, esa tan mía,
como su cuerpo.
Sólo unos pasos, con mi mirada esculcando sombras
y los perros que ladraban en los patios de las casas.
Allí estaba ella con sus ojos sorprendidos
por el alivio de mi presencia,
ella me esperaba, sintiendo lo mismo que yo,
estiró los brazos en bienvenida
y nunca olvidaré esa sonrisa
que sólo expresaba alegría.
Me acerque agitado, temeroso, pues no comprendía
eso tan fuerte, que me envolvía,
la tomé de la cintura aferrándola a mi cuerpo,
no dijo nada y sólo me besó como en un secreto.
La tome de la mano
y caminamos por la tenue luz de los faroles
porque fue ese día, en esa esquina,
que nos enamoramos
y en esta vida,

jamás nos separamos.

Prefacio de una pregunta

Prefacio de una pregunta

Las rocas no sangrarán,
pero mi cuerpo sí lo hace,
mientras mi corazón vibra
porque te siente, mujer
aún cuando estamos distantes,
porque la existencia es traviesa
y su arlequín, el destino,
es un gran bromista.

Quiero brindarte mis palabras
que delatan a esta alma enamorada,
esperanzada,
por compartir
lo que a mi vida le falta.

Ya no tengo secretos,
tu amor es mi único deseo
y no encuentro consuelo
si no me refugio en tu cuerpo.

Bailaré entre sueños
esperando las respuestas
a mis incertidumbres,
y no habrá temores
cuando dibujemos,
recuerdos con los besos,
esos mismos,
que nos acobijaron en secreto.

Ahora,
la luz está en mi casa,
las paredes
no simulan mas una prisión,
tengo encendido el corazón
y se mueve con el ritmo
de tu respiración.

Hoy, es un momento especial,
ya no me voy a acobardar,
no dejaré a mi alegría escapar,
porque tengo algo muy importante,

que te quiero preguntar…  

Caramelo

Caramelo

Cuando lo ves cerrado puedes
imaginar qué gusto va a tener,
pero igual lo deseas.
Lo tomas muy sutilmente y lo desvistes
lo liberas,
de la prisión de su envoltorio.

Cuando lo acercas a tus labios,
ya el aroma se vuelve intenso,
invitándote a lo goloso
que puede ser el deseo.
Lo apoyas en tu legua
invitándole a jugar en tu boca,
la cual sabe de placeres.

Las papilas se excitan,
el paladar ya no puede esperar
a la golosina sensual,
que puede llegar a ser,
esa sensación que esperabas,
la que más te hace sentir elevada.

Y es por eso que lo has elegido,
lo haces bailar entre dientes
buscando derretirlo,
disolverlo,
disfrutando,
de la esencia del azúcar,
de lo que promete ser alimento.

Es una emoción que te pasea
por la gloria de saber amar a lo dulce,
y si acaso por algún motivo,
te lo han prohibido
es cuando más lo disfrutas
sintiendo el placer
de romper las reglas otra vez,
buscando a tu ansiedad complacer.
Con un caramelo,
que despierta tu sed,
porque sabes que te comes su ser,
y siempre te queda…

el sabor de su piel.

Mientras crece

Mientras crece

El cielo se abre,
para que el sol abrace al mundo,
los bosques esperan impávidos
detrás de la ciudad.

 Tú miras a los pájaros
esquivar antenas enclavadas
en los grises edificios,
donde hay tantas historias mezcladas.

Sueñas con romper espejismos
para que la realidad renazca
y los sueños no se desvaloricen,
porque dicen que lo cursi ya no esta moda.

Las nubes viajan al sur,
se desvanece el aroma a lluvia
y en tu balcón deshojas una flor,
distraída,
tu mente viaja por imágenes
y pensamientos errantes
mientras en tu vientre
crece el amor.

Palabras certeras

Palabras certeras

Qué hermoso es sentir
como tu piel me llama.
Tengo este fuego,
y necesito de una hoguera.
Así es como me siento a tu lado,
amor sin escrúpulos,
a la hora de sentir.
¿Por qué habría de tener vergüenza
si por una caricia, gemir?
Me veo a tu lado
columpiando mi cuerpo
dejando que las desdichas
queden a un costado.
Amado me siento,
por tus letras certeras
que llenan este vacío
dejado,
por la maldad sin reglas.
Cariño desolado,
pero siempre anhelado.
Cómo se apacigua mi cuerpo
cuando te tengo a mi lado.
Mujer de pasión
sometida a la libido de los besos.
Sólo quiero encontrar el momento
donde sentirme perpetuo.
Que bello puede ser el amor
si a tu lado he encontrado el perdón,
de este corazón insolado
por los rayos de la poesía,
esa tan viva,
que me deja sonrojado.

Explorándote

Explorándote

Tu mirada se enfrenta a la almohada
y mis manos inquietas
quieren colonizar tu cuerpo.

La aventura de mis dedos
empieza por las cataratas de tu pelo,
bajando suavemente
por la playa de tu espalda.

Siguen en viaje hacia tus dunas
por el camino de tu cintura,
para bajar,
por las pendientes de tus piernas,
con la avalancha incontrolable
de mis caricias.

Y así tu mundo rota sobre su eje
develando su otro hemisferio al sol
y te muerdo los labios
para arrancarte el sabor de un beso
calmando el capricho ardiente de mi boca.

La expedición se torna lenta
en la marea de tu cuello,
para abrirse paso
por medio del sendero de tus cerros,
llegando acalorado a tu valle abdominal,
donde calmo la sed que me provocas
en el oasis de tu ombligo.

Siguiendo mí camino enloquecido
al paraíso terrenal,
la tierra tiembla,
cuando me acerco a la tempestad de tu pubis,
donde mis manos llegan a la cúspide
en la selva húmeda de tu Edén,
allí, donde la esencia del placer
aflora para que mi exploración termine
encontrando ese tesoro
que yo llamo mujer.