Sólo dos

Sólo dos

En lo mas recóndito de un bosque sin nombre
murmuraban en voz baja dos corazones sus secretos de amantes;
en “ese” amanecer las flores letargadas se desperezaban
con la caricia del sol,
ellos estaban unidos por una mágica ecuación
y avizoraban sin apuros ni tantos planes, el porvenir.

Vivían cada momento sin importar el mañana,
(ellos se amaban)
y siempre lo espontaneo fue mas auténtico
cuando se hablaba de felicidad,
aunque a veces la felicidad es tan sólo un momento.

Alguna vez el altar de una ancestra capilla
fue el sagrado testigo de aquel primer beso, cuando eran niños;
los árboles más viejos les dieron sombra
cuando crecieron con silencios,
con los tapujos de siempre
que fueron extranjeros para aquel idílico sosiego,
que de a dos construyó, un nuevo mundo
un mundo con cumbres y ríos que dejan sus huellas
en la arena mojada y la hierba,
en las metáforas de la piel
entre las metáforas del amor,
ese tan pulcro,
tan especial,
con tanta historia y calor,
que solamente lo entendían,

ellos dos.

De Sol Elk