La libertad en las alas

La libertad en las alas

Esa vez

Esa vez

Cuando la tarde se sentía profunda
y con un ímpetu de timidez,
entre a ese cuarto
donde sobraban las almas,
pero sólo tú me sentiste
y lo sé, porque te diste vuelta
y me buscaste con tus hermosos ojos;
yo como siempre, mire hacia el suelo
pues esta vergüenza innata
me es imposible de controlar.

Aún así seguí caminando
porque nada me hace más feliz que estar
lo más que pueda cerca tuyo;
a veces pienso que soy un colibrí
que muere de hambre
y tu esa flor tan inalcanzable
que por más que mi aleteo sea
contado por miles
deja mis labios lejos,
de ese néctar que son tus deseados besos.

A pesar del absoluto silencio en mi mente
podía escuchar sus voces, la de todos,
pero mentiría si no dijera que yo solo esperaba
que me tumbara la tuya, con ese acento
que una vez te dije, arriesgándome al destierro,
me mataba, por su tonalidad en cada sílaba
marcándome como el acero.

Pues así como tu voz, tú misma, todo de ti
tiene una sola forma de ser, una tan especial
que me llevas al borde de la locura,
con estas ganas que tengo de ti al desbordar.

El horario empezó a su compas,
y yo me refugie al último,
al final de los demás,
pero entre hombros entrometidos
podía ver tu pelo, alejando toda mi realidad.

Mi cuaderno siempre listo, me pedía tinta
y alguna palabra, para saciar su adicción de soñar,
pues nada más que esperar!
porque querría escuchar el sermón educacional?
si no puedo pensar en nada mas,
que no seas tú;
que el planeta entero gire y se traslade,
que me puede importar!!!
si solo quiero que me mires,
sólo quiero que sepas que por ti existo!!!
Y que por ti, a veces ya no respiro.

Por fin la campana sonó liberando las manadas
a la vida compartida y su azar;
igual me quede impávido,
porque me gusta verte caminar,
pero por más que te busqué, ya no te encontré,
vi a tus amigas salir,
y sentí a mis amigos hablar de mi;
pero con honestidad
solo te quería con mi curiosidad recuperar,
miré hacia adelante,
miré a la derecha y también a la izquierda,
pero no estabas,
me sentí como un lobo entre los bosques
porque tu aroma en mi quedaba.

Renuncié al empeño
pero sin darme por vencido,
solo cambiaba el escenario de la batalla;
amagué apuntando a la puerta y allí estabas
con tu sonrisa, como en una cruenta mascarada;
mi corazón dejo de latir,
pues tú percibías todo lo helado de mi.

Y sin darme cuenta tenías mi cuaderno en tus manos,
que mas podía hacer?
solo entregarme a lo que me repare el juzgado;

pero reías, tan sólo reías,
con un tono de burla y de sorpresa
y yo arrinconado en la sumisión de la entrega,
pues las baldosas eran mis ventanas
y aún así tomaste mi cara
levantando mi desdén,
que me trague el mundo, pensé!!!
pero me abrazaste
si!!! eso hiciste,
me abrazaste!!!
y lo que sigue es otra historia
porque esta noche,
solo me queda,
la felicidad derrochada,
de lo que contigo siente mi alma,
y toda una vida encadenada
a la más sincera alegría… ilusionada.

De Sol Elk

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