Las paredes pálidas
blancas y aburridas
de este cubo donde me encuentro
y que llaman oficina,
me arrebata entre pensamientos,
o más bien,
de profundos sentimientos.
Cuanto espera mi corazón,
la alegría de compartir
tu sangre con la mía…
El vivir en este mundo
puede ser muy complicado,
pero mi necesidad es muy simple,
me haces falta a mi lado.
A veces tengo miedo
de tantas cosas,
pero contigo sobrellevo
todas las incertidumbres,
aún cuando a mi sol lo cubren las nubes.
Comenzó a llover…
Los pájaros se refugian,
las gotas hacen estruendos
al entregar sus vidas contra el techo,
y comienza,
la sinfonía del viento.
Mi corazón está tranquilo,
pero mi mente no,
¡cómo te extraño!
¡y cómo los minutos se hacen tan largos!
La paciencia es una gran virtud,
¡lo sé!
pero como hago,
para que lo entiendan mis labios,
como ahogo la carencia de mi ser,
cuando siente que muere de hambre
si no tiene cerca a tu piel.
Como les digo a mis manos que esperen,
que muy pronto te podrán acariciar,
palpando lo suave y lo terso
que se siente el amar.
Truenos y relámpagos
hacen un réquiem con su orquesta
y solloza el cielo,
tan intenso
que sus lágrimas
forman una cortina
y a la realidad difumina,
mostrándome como un espejo la ventana,
¡sí! como un espejo,
porque me haces falta
y al mirar la tormenta,
siento que es el reflejo de mi alma.
De Sol Elk
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos los visitantes pueden comentar.
Para comentar seleccionen la opción "ANONIMO" si es que no tienen cuenta. Dejen su nombre en el texto, si quieren. Todos los comentarios buenos o malos son bienvenidos.